Una vez se atraviesa la estancia del Molino, accedemos al llamado por las monjas “claustrillo», un maravilloso patio porticado que recuerda el famoso patio mudéjar del colombino monasterio de la Rábida, que nos espera paciente, lleno de pequeñas capillas y alguna que otra maravillosa sala nos permite ver la riqueza de este espacio expositivo propiamente conventual, oración, fe vida contemplativa y cotidiana de unas instituciones, los conventos de clausura, verdaderos patrimonios de la humanidad.
Desde aquí querido visitante recordarle e insistirle en una próxima visita a este maravilloso convento para apreciar aún más si cabe esta singular forma de vida en su esencia más pura y contemplativa merece sin lugar a dudas la pena.
Pero adentrados en el patio y en las diferentes paredes del claustro el visitante encontrara una serie de fotografías de elementos que, por su propia naturaleza, no han podido incorporarse a esta exposición, y en los que la figura de Pedro está presente en diferentes representaciones y espacios artísticos de la ciudad de Estepa.
Desde la representación de la figura de Pedro en dos de los maravillosos y desconocidos coros de la ciudad de Estepa, ubicados en las iglesias de santa María y San Sebastián, hasta varias representaciones pictóricas en sus diferentes formas, estilos y materiales de cuadros, mayoritariamente formando parte de apostolados, destacando a Pedro como cabeza de todos ellos pero siempre con la humildad de gloriar a maría Santísima.
De esos joyeros marianos que tanto caracterizan el barroco estepeño, los magníficos camarines de las iglesias del Carmen, los Remedios y la Asunción, el espectador puede comprobar detalles con la figura de Pedro presentes en los cuadros del de la Asunción que acompañan los misterio gloriosos del Rosario, los espectaculares tondos, o cuadros que el taller de la antequerana familia de los Márquez dejara en tan enfático espacio de la iglesia de los Remedios, y de lo exageradamente y bello barroco, pasamos al no menos coqueto joyero del Carmen, donde esta vez no solo el barroco se plasma en una sinfonía de cantería retablística, sino también en la majestuosa y portentosa pintura mural de San Pedro que custodia como guardaespaldas la preciada presea que acoge la maravillosa talla de Ntra. Sra. del Carmen.
Detalles de la iglesia de Ntra. Sra. de Gracia, Convento de los Padres franciscano, otro vergel de espiritualidad de la localidad, o la hermosa joya Corazón Servita, o el Pedro arrepentido de la antigua capilla de los Venerables sacerdotes de Sr San Pedro o de ánimas, ubicada en la Iglesia de San Sebastián, son algunas de las fotografías que nos acercan a la importante presencia de la figura de Pedro en las iglesias estepeñas.